EL TERCER SEXO

Hace unos cuantos años, allá por la friolera del año 97 (uf, si muchos), hice –aunque no llegué a terminar por motivos laborales, un curso de cerámica en Posada de Llanera-, lo mejor de cada casa, Montse (Moncheta) a quien siempre recuerdo y nunca olvidaré, hacía unas figuras de barro que ella denominaba andrajosos, por una vivencia personal, los andrajosos como ella decía tenían “tetas y pirula”…

Leo en el Suplemento del País de moda del 8 de octubre que “Este mundo necesita impactar, reinventarse continuamente… Que lo “trans” comienza a tenerse en cuenta, modelos como Andrej Pejic o Lea T. ambos transexuales, que ser andróginos viene muy bien para vender, ya que la sociedad tiende a globalizarse y la ropa tiende a ser más unisex, los perfumes, el “custom” lo individual, lo no global, tiende a expandirse…

Pero en el mundo cotidiano, que pensaríamos si nuestra compañera de trabajo, nuestra doctora, la novia de nuestro hermano o la profesora de nuestro hijo fuera una persona transexual, creo que la cosa cambiaría, además las próximas elecciones, con un partido popular favorito para ganar, que tiene recurrida incluso la ley que permite los matrimonios gais, así que de transexuales ni hablar. Carla Antonelli es la primera diputada transexual de la historia de España, y tiene claro que una persona transexual tiene menos opciones laborales que una persona no transexual, la gente se mueve por estereotipos.

Sin embargo gracias a modelos como Eleonora Bimba Bosé y a los ya mencionados Lea T. y Andrej Pejic la transexualidad muestra su cara más chic y crea una tendencia que cotiza al alza, cantantes como Lady Gaga también juegan con la cultura trans.

No obstante también leo que lo de la androginia y demás es un tema para la pasarela y los desfiles, que un tío de verdad debe comportarse y tener aspecto de tío, que un hombre jamás debe suavizarse para ser sexi, al contario –leo- debe potenciar sus atributos masculinos, y eso es lo que le convierte en sexi –asiento, continua- no hay nada menos sexi que un hombre que parece preocuparse DEMASIADO por su aspecto, el hombre que fuerza en exceso su estética resulta grotesco.